Consuelo Garcia Sanchez
Actividad 1 Aplicando Estrategias
jueves, 26 de noviembre de 2015
domingo, 22 de noviembre de 2015
EJE 4. Actividad 1 Lectura y elaboración de textos académicos
Introducción
Desafortunadamente, al
comenzar el siglo XXI la mayoría de las especies mexicanas de mamíferos pueden
considerarse en peligro de extinción, amenazadas o al menos con problemas de
conservación. Esto se debe a la gran devastación que hemos hecho de bosques,
selvas, desiertos, arroyos, playas, mares, etcétera, en los que, aún sin
intención, hemos destruido los hábitats de un gran número de especies.
La Norma oficial
mexicana (NOM-059-2001-SEMARNAT) proporciona una lista de 295 especies y
subespecies de mamíferos en alguna categoría de riesgo. Cervantes et al. (2003)
menciona 450 especies de mamíferos terrestres, y Ceballos y Oliva (2005)
reportan 525 especies, reconociendo 230 especies mexicanas en riesgo.
Desde endentados (Orden
Xenarthra) como los armadillos, hasta cetáceos (ballenas), México es rico en
mastofauna. Si bien por número de especies destacan los roedores (ratones) y
quirópteros (murciélagos), en nuestro territorio habita una gran diversidad de
animales que toman leche al nacer. En la biodiversidad de grupos de mamíferos
encontramos, además de los ya mencionados, a los marsupiales (tlacuaches),
pinnípedos (focas y leones marinos), lagomorfos (conejos y liebres), ungulados
(venados), perisodáctilos (pecarís), insectívoros (musarañas) y los muy
especiales sirénidos (manatíes). Lamentablemente en todos estos grupos
encontramos especies en peligro de extinción o gravemente amenazadas.
Según reporte de la
CONABIO (http://www.conabio.gob.mx/index.html).Actualmente
se han descrito más[JPOM1] de 4,381 Especies de animales
Mamíferos en el mundo, aunque se calcula que en México hay 535 especies de
mamíferos. México ocupa el tercer lugar en diversidad de mamíferos después de
Indonesia (667) y Brasil (578), de las cuales se dividen en 488 especies son
terrestres, de las cuales 164 son endémicas y 47 especies son marinas (Conabio
2009).
DESARROLLO
Una de las casusas
principales para la extinción ha sido el crecimiento demográfico desmedido que
ha llevado al humano a hacer un uso irracional de los bosques y la misma explotación
de los territorios son la pérdida y deterioro de los hábitats de la flora y
fauna es la principal causa de pérdida de biodiversidad. Al transformar selvas,
bosques, matorrales, pastizales, manglares, lagunas, y arrecifes en campos
agrícolas, ganaderos, granjas camaroneras, presas, carreteras y zonas urbanas
destruimos el hábitat de miles de especies. Muchas veces la transformación no es
completa pero existe deterioro de la composición, estructura o función de los
ecosistemas que impacta a las especies y a los bienes y servicios que obtenemos
de la naturaleza.
Otro de los factores es
la cacería ilegal sigue siendo un grave problema: la falta de regulaciones
efectivas e incentivos, propician que muchos pobladores salgan a cazar sin una
regulación de temporada, época reproductiva, etcétera. Muchos aún justifican en
la caza de subsistencia las cacerías sin control ni beneficio para las poblaciones.
Por otra parte, aún persisten también algunas cacerías con fines religiosos. Si
bien es innegable que poco a poco ha habido un cambio, en parte por contar con
leyes más estrictas como la ley de equilibrio ecológico, apoyadas por convenios
internacionales como el Convenio Internacional de Comercio de Especies (CITES)
o simplemente porque la defaunación ha hecho cada vez más difícil encontrar
piezas, aún falta mucho para regular esta actividad. Así, la mayoría de las
especies en peligro de extinción o amenazadas tienen esta condición porque sus
hábitats específicos están desapareciendo. Para muchas de ellas esto se debe a
que tienen en sí poblaciones pequeñas, adaptadas a condiciones muy particulares
en la gran cantidad de microambientes que se forman en el territorio nacional,
gracias a que éste se encuentra en una zona de transición sur-norte.
El ultimo y no menos
importante radican principalmente en alteraciones climáticas, como cambios
globales de la atmósfera (aunque en la actualidad, las investigaciones
científicas han demostrado que el impacto por las actividades humanas
contribuyen sustancialmente al calentamiento mundial, debido a las emisiones de
gases con efecto invernadero), catástrofes naturales como lluvias torrenciales,
erupciones volcánicas, fuegos naturales y la predación por animales herbívoros.
Entre
las características únicas de los mamíferos están:
Los mamíferos (Clase:
Mammalia) es el grupo más conocido de los vertebrados. Las hembras tienen
glándulas mamarias con las que alimentan a sus crías. La mayoría pare crías
vivas (solo el ornitorrinco y los equidnas ponen huevos) y, salvo algunas
excepciones, tiene su cuerpo cubierto de pelo. Debido a que han desarrollado
una serie de formas para desplazarse, se han diseminado y diversificado
ampliamente en diversos hábitats (tierra, aire y agua). Su éxito se debe, en
gran medida, a su habilidad para mantener una temperatura corporal constante, a
pesar de los cambios en las condiciones externas.
A los mamíferos se les
divide en tres grupos: los monotremas (ornitorrinco y equidnas), los
marsupiales (canguros y tlacuaches) y los placentarios. Los primeros ponen
huevos, los segundos tienen un marsupio (bolsa externa) en donde las crías
terminan su desarrollo y los terceros nacen completamente desarrollados. Los
grupos más diversos de mamíferos son los roedores y los murciélagos.
Los seres humanos
pertenecemos a este grupo, al igual que una gran variedad de nuestros animales
domésticos.
Mamíferos
marinos
En nuestro país están
presentes prácticamente todas las familias de cetáceos, excepto los delfines de
río como el del Amazonas, la súper familia Platanistoidea; la beluga y el
narval, Monodontidae, y la ballena franca enana, la única de la familia Neobalaenidae.
En cuanto a los pinnípedos, de las tres familias sólo falta la de las morsas,
Odobenidae. Sin embargo, es interesante notar que la costa occidental de Baja
California fue escenario para la evolución de las morsas, pues allí se han
encontrado fósiles de estos organismos. En la familia Balanopteride (verdaderas
ballenas) la NOM reconoce 7 especies, 6 de las cuales están bajo el régimen de
protección especial y una en peligro; 18 miembros de la familia Delphnidae
(delfines y orcas); 2 de la familia Keogidae (Cachalotes); 2 de la familia
Phocoenidae (marsopas), entre ellas la vaquita marina, y, finalmente, 5 de la
familia Zifinidae (ballenas picudas). Prácticamente todas estas familias están
bajo protección especial, porque la gran mayoría de las especies de cetáceos
usan las aguas mexicanas como lugar de procreación. Casi todas las especies,
además, han sufrido caserías intensivas, en su mayoría fuera de las aguas
mexicanas y tienen bajas tasas reproductivas. Estos estatus de protección
corresponden frecuentemente a acuerdos internacionales. Un caso especial son
los delfines y las marsopas, como la vaquita marina, frecuentemente atrapados
en redes de pescadores en las que perecen por asfixia.
La
NOM-059-SEMARNAT-2010, que identifica las especies en riesgo, incluye 44
mamíferos marinos, de los cuales 37 pertenecen al orden cetácea, seis al
carnívora y uno al sirenia. De estos, 84.1 por ciento (37) están sujetos a protección
especial, 2.3 (1) son especies amenazadas y 11.4 por ciento (5) están en
peligro de extinción. Según SEMARNAT
existe 45 especies marinas mamíferas que equivaldría a el 98% de especies en
peligro de extinción.
Vaquita marina o cochito, es una de seis
especies de marsopa. En total quedan 150 ejemplares de vaquita marina y se han puesto en marcha medidas de conservación.
La vaquita marina, es uno de los cetáceos más pequeños del mundo; esta marsopa
está en alto riesgo de extinción. Podría convertirse en el segundo cetáceo en
extinguirse debido a causas humanas, siendo el primero, si se confirma, el
baiji. La vaquita marina es un
cetáceo menor de dos metros de longitud, perteneciente a la familia de las
marsopas, con relación al cual, se considera que su población no es abundante.
Su densidad se ha estimado entre 1.8 y 7.8 individuos por cada 1 000 Km. Estas
estimaciones, se consideran bajas. Se encuentra bajo la categoría de En Peligro
de Extinción en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
Entre las medidas de protección implementadas para
esta especie se incluyen:
• La
creación de la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río
Colorado y el Área de Refugio de la vaquita marina ubicada en la porción
occidental del Alto Golfo de California.
•
Declaratoria de veda total e indefinida a la pesca de Vaquita marina.
• La
creación del Comité Internacional para la recuperación de la vaquita, con el
objetivo de proteger y recuperar su hábitat.
•
Publicación del programa de protección de la vaquita dentro del área de
refugio.
Es un sirénido de cuerpo fusiforme, de tres a cuatro
metros de longitud promedio, la porción caudal aplanada dorsoventralmente y en
forma de pala, presenta seis vértebras cervicales. Las orejas son reducidas.
Presenta dos subespecies, de las cuales sólo la T. m. manatus se distribuye en
México.
• Es el mayor mamífero sobre el planeta Tierra.
• Con longitudes de hasta 33 metros y 190 toneladas de peso.
• Es de distribución cosmopolita y su alimentación se basa en la
filtración de agua para obtener Krill.
• Viven alrededor de ocho meses del año en aguas del Antártico.
• Durante invierno migran hacia aguas más cálidas en donde dan a
luz a sus crías.
• Su longevidad es de 90 años.
• Debido a su caza la media de edad es de 25 años.
• Su tasa de natalidad es muy baja ya que les toma alrededor de
10 años desarrollarse hasta la madurez.
• Sólo tienen una cría en un período
de entre 2 a 5 años.
• Se encuentra bajo la categoría de
Sujeta a protección especial en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
Lobo fino
de Guadalupe (Arctocephalus townsendi) (P)
(Endémico)
• Esta especie estuvo sujeta a explotación drástica.
• Llegó a considerarse como extinta.
• Las acciones del gobierno para proteger a la especie y su
hábitat, contribuyeron a que, de un número reducido de organismos en los años
40, el tamaño poblacional actual sea cercano a los 8 mil animales.
• La especie comienza a recolonizar antiguas zonas de su área de
distribución original en la Isla Guadalupe e islas aledañas en el Pacífico
nororiental.
• Se encuentra bajo la categoría de En Peligro de Extinción en
la NOM-059-SEMARNAT-2010.
• Es una especie migratoria.
• Se calcula que actualmente existen menos de 10.000 ejemplares.
• Es una de las especies privilegiadas en el turismo de
observación de ballenas.
• Es un animal filtrador de krill y se alimenta también de
cardúmenes de pequeños peces.
• Vive en general de 40 a 50 años.
• Alcanza su madurez reproductiva a los 5 años de edad.
• Caguama (Caretta
caretta)
• Verde-del Pacífico, Prieta (Chelonia agassizi)
• Verde-del Atlántico, Blanca (Chelonia mydas)
• De carey (Eretmochelys
imbricata)
• Escamosa-del Atlántico, Lora (Lepidochelys kempii)
• Golfina, Escamosa-del Pacífico (Lepidochelys olivacea)
• Laúd (Dermochelys
coriacea)
Las tortugas marinas, son un grupo primitivo con características
anatómicas únicas que no han cambiado sustancialmente desde que aparecieron en
la tierra.
Debido a la excesiva explotación de estos organismos con fines
comerciales, se colocó en el estatus de “En peligro de extinción”, los factores
que han colocado a las tortugas en esta situación son:
• El saqueo de nidos en las playas de anidación.
• Comercio ilegal de huevos de tortuga para consumo humano.
• Captura de tortugas por embarcaciones.
• Extracción de huevos de vientre y carne.
• Tráfico del caparazón de la tortuga de carey para elaboración
de artesanías.
• Productos que se comercializan en las zonas urbanas.
• Tráfico de piel para la elaboración botas, bolsas y
cinturones.
• Captura incidental en algunas pesquerías.
• Contaminación y modificación de su hábitat.
• Se encuentran bajo la categoría de En Peligro de Extinción en
la NOM-059-SEMARNAT-2010.
Los grandes
carnívoros
México presenta una gama de
carnívoros dentro de su mastofauna nativa. Tenemos varios representantes de los
carnívoros, los cuales podemos dividir, arbitrariamente, en dos grupos: los
pequeños carnívoros, dentro de los que encontramos a los zorrillos, las comadrejas, los
cacomixtles, etcétera. Éstos se encuentran en peligro de extinción,
principalmente por la destrucción de su hábitat, o bien por la caza directa;
sin embargo, en la mayoría de los casos estos animales tienen tasas de
reproducción relativamente altas, que les permiten sobrevivir aún en zonas con
alta presión humana, en pequeñas áreas naturales. Estos micro-carnívoros
consumen en su mayoría insectos, aves, reptiles o algunos mamíferos de menor
tamaño. Cuando llegan a tener interacción con el hombre, normalmente es porque
consumen huevos, gallinas o pollos, ocasionando pérdidas económicas a los
campesinos de escasos recursos económicos, aunque el daño no es importante en
términos económicos.
El otro
grupo de carnívoros importante en México es el de los denominados
megacarnívoros o carnívoros de gran tamaño. Estos mega-carnívoros suelen tener
mayor cantidad de encuentros con el hombre y su condición de consumidores de
carne hace que frecuentemente esas interacciones entren en el plano de los
conflictos, ya que actúan en mayor grado con el ganado doméstico y muy
escasamente causan la muerte directa de los seres humanos. Estos conflictos se
ven incrementados en número e intensidad por la destrucción de los hábitats
nativos y por la destrucción consecuente de las presas tradicionales de los
mega depredadores, por lo que la caza ilegal (en ocasiones promovida por los
gobiernos) ha sido un factor importante para que en la actualidad los grandes
carnívoros mexicanos estén en gravísimo peligro de extinción, a pesar de que
muchos de ellos deberían ser motivo de orgullo nacional.
Felinos
De los
seis felinos silvestres (Cervantes et al. 2003) que habitan el territorio
nacional, el más conocido es el Jaguar (Panthera onca). Esta especie de origen
tropical ha sido reconocida como el más poderoso de los depredadores, de ahí
que los antiguos pueblos mesoamericanos dieran gran importancia a su presencia
(Armella et al, en prensa). Este bello animal se distribuía en todas las zonas
tropicales de México. Aunque actualmente se ha encontrado en todo el sureste,
principalmente en Chiapas, Quintana Roo y Tabasco, se le ha localizado en
estados del norte como Sinaloa, mientras que en el Golfo se han reportado jaguares
casi hasta la frontera con Estados Unidos y es posible que entren en ese país.
El jaguar
El jaguar, yaguar o yaguaretéN 1
(Panthera onca) es un carnívoro félido de la subfamilia de los Panterinos y
género Panthera y la única de las cuatro especies actuales de este género que
se encuentra en América. Es el felino más grande de América. Su pelaje es
amarillo con manchas negras en forma de roseta que normalmente tienen centro
claro, con algunas marcas obscuras. El melanismo es frecuente en esta especie.
Vive en los bosques tropicales del sureste, las planicies costeras y manglares
del Pacífico hasta la desembocadura del Río Bravo y las del Golfo de México
hasta Florida y la Sierra Madre Oriental y Occidental.
Es un carnívoro oportunista de
hábitos básicamente nocturnos, su dieta incluye pecaríes, venados, agutíes y
ocasionalmente tapires. Se reproduce en la época de lluvias, pariendo de una a
cuatro crías. Su longevidad en estado silvestre es de 12 años ó más. Debido a
que su distribución se ha reducido significativamente por los cambios en el uso
de suelo (actividades agropecuarias) y la cacería furtiva, la
NOM-059-SEMARNAT-2010 lo cataloga en peligro de extinción y la CITES lo lista
en el Apéndice I.
El puma
El Puma (Felis concolor) es un
felino que habita en los bosques del norte del país, de donde es originario, y
ha migrado hasta el sur del continente. Siendo la única especie, la falta de
hábitat ha hecho que las pequeñas poblaciones que aún existen emigren hacia
hábitats más tropicales. Después
del león, el puma es el félido de mayor tamaño que carece de manchas. Es
comparativamente robusto y de patas relativamente cortas, que si no tuviera la
cabeza tan menuda se asemejaría mucho a una leona esbelta. El pelaje es
variable en longitud y textura, aunque normalmente corto y algo áspero, de
color uniforme, del amarillento o pardo grisáceo claro a pardo obscuro rojizo.
Los lados del rostro, la parte trasera de las orejas redondeadas y el extremo
de la cola son obscuros; el frente de la boca, la garganta y el vientre son de
color blanquecino cremoso. En estado adulto llega a pesar de 35 a 65 kg, e
inclusive hasta 100 kg y alcanza una longitud total de 200 a 240 cm, medida
dentro de la cual la cola representa cerca de un tercio. Su tamaño y peso le
permiten capturar una gran cantidad y variedad de presas, desde pequeños
roedores y aves, hasta ciervos y en ocasiones animales domésticos. Normalmente
vive solo y es de hábitos nocturnos. El periodo de gestación es de tres meses,
al término del cual paren de dos a tres cachorros con ojos grisáceo-azulosos y
algunas manchas, una combinación poco usual en crías de félidos grandes.
Es el félido más ampliamente
distribuido en el Continente Americano, desde Canadá hasta el sur de Argentina,
incluyendo todo el territorio mexicano. Ocupa los hábitat más variados, desde
las zonas montañosas a los llanos y las selvas sudamericanas, donde comparte
nicho ecológico con el jaguar. La drástica reducción de sus hábitat, la caza
furtiva desmedida y el comercio ilegal de cachorros ha disminuido drásticamente
sus poblaciones, por lo que la CITES lo lista en el Apéndice I.
El
yaguarundí (Puma yagouaroundi)
El yaguarundí (Puma yagouaroundi)2 es una especie
de mamífero carnívoro de la familia Felidae de pelaje pardo a negro uniforme,
cuyo estado de conservación se considera de preocupación menor.1 Vive desde el
sureste de México hasta el centro de Argentina. Más pequeño que su pariente
próximo, el puma (Puma concolor), el yaguarundí caza animales pequeños.
De los
pequeños félidos el jaguarundi (Herpailurus jaguarundi) es la especie que se
encuentra en mayor peligro de extinción. Es reconocida como amenazada, a pesar
de que como especie tiene una distribución que abarca el sur de estados Unidos
(Texas, Arizona y Florida) y llega hasta el sur del continente. Por ser de
tamaño pequeño su alimentación se restrinje a vertebrados chicos, y debido a sus
hábitos de vida al interior de las selvas húmedas, es poca su interacción con
el ser humano.
Los
dos pequeños gatos manchados: el magray (Leopardos weddii) y el ocelote
(Leopardus pardalis)
Los
dos pequeños gatos manchados: el magray (Leopardos weddii) y el ocelote
(Leopardus pardalis), están en la característica de en peligro. Estos animales,
que no rebasan los 10 kg de peso, viven en las zonas selváticas, desde el sur
del país hasta sudamerica. Son perseguidos por sus pieles, aunque, como en el
caso del jaguar, este comercio ha disminuido. Al igual que los otros gatos, sus
hábitos nocturnos y su hábitat al interior de las selvas hacen muy complicado
dar un reporte confiable de la condición de sus poblaciones (Ceballos y Oliva,
2005).
El lince o gato montés
(Lynx rufus)
El
lince o gato montés (Lynx rufus) no aparece en la lista de la Norma ofical
Mexicana. Su presencia en México suele ser confundida con los gatos ferales,
gatos domésticos que por su tamaño y coloración abandonan el entorno humano
para convertirse en silvestres. De ahí que existan pocos reportes sobre la
especie, a pesar de no encontrarse “oficialmente” en peligro. Debido a la
disminución de su hábitat natural y la presencia misma de gatos domésticos con
los que esta especie puede entrecruzarse, en algún momento puede desaparecer.
Osos
En México alguna vez habitaron las
dos especies de grandes Ursidos Americanos: el Grisli (Ursus arctos) y el Oso
Negro (Ursus americanus).
Osos
Otro grupo importante de grandes carnívoros es el de los osos. En México alguna
vez habitaron las dos especies de grandes Ursidos Americanos: el Grisli (Ursus
arctos) y el Oso Negro (Ursus americanus). El primero aparece en la NOM-059 con
el estatus de extirpado del medio natural. En México no se conoce la presencia
de esta especie desde los años sesenta del siglo XX (animalesextinción. es). La
subespecie que habitaba en nuestro país era el Ursos arctos nelsoni, cuyas
descripciones indican que era enorme, pues alcanzaba hasta 1.90 m de alto,
parado en dos patas, y más de 300 kg de peso. La principal razón de su
desaparición fue la cacería indiscriminada, aunada a su bajo potencial
reproductivo. Por ser un carnívoro cazador se le atribuyó la destrucción de
ganado en el norte de Mexico.
La especie que se mantiene en México es el Oso
Negro. También es carnívoro y se sabe que puede cazar y depredar ganado. La
mayoría de sus hábitos alimenticios incluyen bayas, frutos y varios vegetales,
por lo que es percibido como una amenaza menor para la población humana. En la
norma oficial mexicana esta especie figura como “en peligro y en la
modificación que se hizo en el 2008, se reconoce a la población que habita en
la Sierra del Burro, en Coahuila, como de protección especial. Encontrarse esta
especie en el apéndice II del CITES (Convenio Internacional de Comercio de
Especies) indica que puede ser objeto de cierto nivel de comercio, ya que en
norteamérica existen poblaciones importantes en el medio silvestre, lo que significa
que la especie no está en grave peligro a nivel mundial. A pesar de esto la
especie está considerada dentro de los programas de protección especial del
convenio Canada-Estados Unidos-México para su protección.
La familia de los cánidos
La
familia de los cánidos es la tercera
de los grandes depredadores. Cervantes et al. reconocen cuatro especies de esta
familia: el coyote (Canis latrans) y la zorra gris (Urocyon cineroargentatus)
no están considerados en peligro por la NOM-059-2001. Son especies muy
adaptables y esquivas, con altos potenciales reproductivos y omnívoros, por lo
que pueden comer prácticamente lo que sea. Dos especies más de la familia
cánide sí aparecen en la Norma: la zorra del desierto (Vulpes velox), de la cual
se reportan 6 subespecies, todas bajo el criterio de amenazadas. Su
distribución reducida, tamaño pequeño y hábitat específico, hacen que esta
especie esté en peligro de extinción.
El
lobo mexicano
El lobo mexicano es el último de los grandes
carnívoros que está considerado por la NOM- 059 como extirpado del medio
natural. Los últimos ejemplares de que se tenga evidencia científica, fueron
capturados a finales de la década de los setenta en Durango y Chihuaha. Desde
entonces los escasos reportes de aullidos o avistamientos no han podido ser
comprobados.
Esta
especie, quizá la más carismática de todos los mamíferos, tiene una subespecie
prácticamente exclusiva de México: el lobo mexicano (Canis lupus baileyi), que
se encuentra en estado de conservación. Actualmente la SEMARNAT (2009) la tiene
como una de las especies prioritarias para la conservación. Tiene un plan
piloto para reintroducir un número limitado de ejemplares en el noroeste del
país, en las zonas altas de la Sierra Madre Occidental, que permita recrear uno
de los ecosistemas de esta zona del país.
Como
ninguna otra de las especies mencionadas, el lobo mexicano tiene una historia
de recuperación que demuestra que el trabajo decidido y en conjunto da
resultados importantes. A partir de sólo cinco lobos capturados, más unos
cuantos más que se encontraban en un rancho texano y algunos albergados en el
zoológico de San Juan de Aragón, se cuenta ahora con más de 300 en zoológicos
de México y Estados Unidos. El proyecto tenia el objetivo de reestablecer al
menos una población de esta especie en su área original de distribución
(Alvarez, et al., 2003).
El lobo, como ninguna otra especie de
mamífero, fue perseguido, cazado, envenenado y exterminado en México,
principalmente por la depredación que causó esta muy adaptable especie sobre el
ganado ovino, vacuno y caballar, además de ser la causante, como se le
atribuyó, de la diseminación de la rabia entre los perros domésticos (González
et al. 2004). Los esfuerzos por su recuperación se vuelven todavía más
importantes ante el cambio de actitud para reconocer que su desaparición, como
la de cualquier otra especie, es una pérdida irremediable, mientras que los
programas para recuperar ésta se hacen necesarios.
CONCLUSIÓN
De
las investigaciones realizadas por los profesores y de los complementos de
información obtenidos por la SEMARNAT y PROFEPA, se llega a la conclusión que
por el aumento demográfico desmedido, la alta contaminación que provoca los
cambios climáticos, la explotación de los bosques y la deforestación de los
mismos, la caza ilegal que está dentro del país para la obtención de pieles
exóticas y la falta de aplicación de las autoridades en cuanto a las leyes ya
establecidas, aunado a la falta de educación de las personas para la
conservación de nuestra biosfera y nuestros bosques, han sido las causas
principales de la extinción de muchos animales y el peligro próximo para exterminación
de otros, solo tienes que darte cuenta en las especies marítimas mamíferas que
ocupa ya el 98% de peligro de desaparecer dichas especies.
Aunque las autoridades han implementado nuevas
leyes y estrategias para el control desmedido de la tala inmoderada y la
deforestación de los bosques, lugar o habitad de muchos animales, y el control
de la descarga de aguas residuales y contaminantes de grandes empresas al mar,
no ha sido suficiente para evitar la destrucción de nuestro planeta
definitivamente es necesario crear
conciencia entre la gente de la importancia que implica el cuidado del medio
ambiente a través de medios informativos televisión, internet, trípticos y
educando a los niños para su conocimiento de los contaminantes y de lo que
provoca la extinción de todos los animales. Pero la más importante es entender
que todo animal o ser vivo tiene derecho a vivir, porque desde el momento que
respira también siente dolor y hambre.
Es triste llegar a la conclusión que el hombre, es el ser más destructivo que existe en la
tierra, que solo piensa en sí mismo en obtener dinero, estabilidad social y económica
y no se pone a pensar que esas ambiciones pueden ocasionar grandes desastres
naturales, que con lleva a la destrucción de seres vivos e indefensos que
necesitan un hábitat para subsistir, ojala y exista más gente en este mundo
dispuesta a luchar por la conservación del planeta y así todos lograr conservar
hermosas especies que estamos a punto de perder.
REFLEXIÓN
La
razón por la que elegi este tema, es porque que soy una madre de familia
preocupada por el futuro de mis hijos, además porque me fascina la naturaleza y
me gustan los animales de todo tipo, me encanta observar la belleza natural que
nos rodea vivo en un Estado rico en flora y fauna y es triste ver como hay
personas que por falta de educación sobre el tema de la extinción de la flora y
la fauna, siguen haciendo cosas que van contra la conservación animal, en
ocasiones cuando tengo la oportunidad discuto sobre el tema como ellos y trato
de hacerles entender que no sigan destruyendo la naturaleza, la cual fue creada
por un objetivo en común, que es seguir teniendo vida, porque cada planta y
cada animal que fue creado tiene un porque y un objetivo para nuestro planeta.
Sinceramente
no sabía por dónde empezar a desarrollar este tema, porque en realidad es muy extenso
y hay muchos puntos que analizar y todos son importantes, pero gracias a las
investigaciones que estuve realizando tuve la oportunidad de poder desarrollar
adecuadamente el tema. Es muy importante
que la comunidad entera éste conectada en el mismo canal, para poder
combatir la destrucción del planeta tenemos que crear la cultura sobre la conservación
de la naturaleza, porque lamentablemente existes leyes establecidas quizás por
un gobierno preocupado por este tema, pero desgraciadamente existe algo muy difícil
de combatir pero no imposible de eliminar se llama corrupción, creo que definitivamente lo más importante es educar
correctamente a nuestros hijos e implementar valores para que en un futuro nada
sea capaz de seguir destruyendo al mundo.
Por eso les invito a leer y
profundizar más sobre este tema para q tomemos conciencia y dejemos de
contaminar y destruir al mundo y junto logremos una vida mejor para todos los
seres vivos que integran nuestro planeta.
Miguel Ángel Armella Villalpando
Profesor titular del departamento de Biología en
la UAM-Iztapalapa
Oriundo de la ciudad de México, Biólogo
por la Universidad Autónoma Metropolitana, con área de concentración en zoología,
maestro en ciencias por la facultad de ciencias de la UNAM y doctorado en
comportamiento animal por la Universidad de Arkansas en Estados Unidos de
América, siempre se ha interesado por el estudio de los mamíferos en dos
aspectos básicamente su comportamiento y su ecología, ha trabajado con varios
grupos de mamíferos como los murciélagos, roedores etc. Ha escrito varios
artículos científicos y de divulgación sobre la interacción planta animal,
principalmente desde el punto de vista conductual. Actualmente trabaja en el
programa de recuperación del lobo mexicano reconociendo tres grandes líneas,
comportamiento, fisiología y educación ambiental. Actualmente es profesor
titular del departamento de Biología en la UAM-Iztapalapa
Ma.
de Lourdes Yáñez López
Profesora
titular del departamento de Biotecnología en la UAM-Iztapalapa
Bióloga por la Universidad Autónoma
Metropolitana, Maestra en Ciencias por la Universidad de Arkansas y Doctorada
en Ciencias Biológicas por la UAM. A pesar de que su principal enfoque
profesional ha estado en el campo de la biotecnología ha colaborado en
diferentes proyectos e investigaciones sobre los mamíferos en relación con su
hábitat, en este campo destaca la compilación y edición del libro “Metztitlán:
lugar de la luna y de las maravillas” compilación de artículos sobre diferentes
aspectos naturales de esa zona del estado de hidalgo, ha colaborado en varios
artículos sobre la conservación del lobo Mexicano, Actualmente es profesora
titular del departamento de Biotecnología en la UAM-Iztapalapa.
Bibliografía
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Programa de Acción para la conservación de la Especie lobo gis Mexicano, (Canis
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Referencias
electrónicas
Norma OFICIAL MEXICANA:
http://www.semarnat.gob.mx/leyesynormas/Normas%20
Oficiales%20Mexicanas%20vigentes/NOM-ECOL-059-2001.pdf
Proyecto de
MODIFICACIONES a la NOM-059 de 2005
http://207.249.181.113/participacion/IMG/pdf/2008_12_05_Proyecto_Modificacion_
NOM-059-2001.pdf
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